Desaparece.

 No puedo más, no aguanto, estoy harta... No puedo seguir engañándome a mí misma, pensando que tarde o temprano te darás cuenta...¿de qué? ¿De que nadie te querrá como yo? ¿De que daría cualquier cosa por ti? No, no lo ves... y no puedo pasarme la vida entera tratando de abrirte los ojos, dejando que cojas los ratitos que te regalo y luego la menciones de nuevo, una vez más, demostrándome lo equivocada que estaba intentando luchar por ti. Son demasiados años arrastrados tras el suelo que pisas, demasiadas decepciones, demasiados errores... y no quiero seguir así, no quiero disfrazar de amistad esta agonía, no quiero vivir por ti, no quiero creer ser todo durante un segundo para, acto seguido, quedarme en nada de nuevo. ¿Te elimino de mi lista de contactos? ¿Cómo deshacerme de lo que no tengo? No me siento capaz de echarte de mi vida pero no puedo tenerte en ella ni un solo segundo más, estás acabando conmigo. No tengo fuerzas, ni ilusión, ni esperanzas, ni alegría... no tengo nada. Solo te tengo a ti a ratos, a mi a ratos... a nosotros nunca. No quiero volver a verte, no quiero saber más de ti. Si te va mal, si te va bien, si no te va... no me interesa, no quiero saberlo, no quiero oirlo... no te quiero querer más, no puedo quererte más... No puedo ser eternamente la primera de tu lista de espera, no puedes ser eternamente el único de mi lista. No habrá más como tú, no habrá otra historia igual, no me quedan ganas... y no te voy a olvidar, ni voy a intentarlo siquiera. Tú siempre serás parte de mí, aunque no te pueda ver. Los punto y aparte me ahogan, necesito poner un punto final a esta locura que me encadena a ti. Sin despedidas, sin telones que caen ni luces que se apagan. Solo un final, nuestro final.